
24 Mar Black Rebel Motorcycle Club, una banda para tatuarse
Es la tercera vez que los veo en vivo y nuevamente quedo cargada de energía y agradecida de su vigencia. Su trayectoria de 15 años y la complicidad en sus shows, catapultan a Black Rebel Motorcycle Club como una agrupación que ha evolucionado y experimentado musicalmente, pero al mismo tiempo se ha mantenido unida frente a momentos difíciles y fiel a su espíritu libre, roquero, psicodélico, místico y auténtico.
En vivo no identificamos al frontman que se tira al público o se vuelve histriónico, pero sí a un trío que complementa sensualidad, talento y cercanía como Robert Levon Been; a un sabio, misterioso y genial Peter Hayes; y a una elegante, sólida e irreemplazable baterista como lo es Leah Shapiro. Un regreso hermoso. Todos estos ingredientes, más la composición e interpretación de grandes canciones, hacen que su energía en vivo sea única y fuerte.
Escuchar “Salvation” en el caos que experimenta actualmente nuestra humanidad, “Berlín”, “Red Eyes and Tears”, “Weapon of Choice” “Rival” y “Hate the Taste” de su último disco Specter at the Feast (2013) y el hit “Whatever Happened to My Rock ‘n’ Roll” es una inyección de actitud necesaria para cualquiera que le guste el rock and roll y sobretodo para un músico. Y ayer en Blondie, nuevamente, demostraron que las voces y los matices en las guitarras, el bajo y la batería de este grupo de San Francisco generan un show en el que se puede pasar de un estado emotivo y sensible, a un estallido de rock.
Quizás a estas alturas llevar un tatuaje de la banda no sería una exageración (de hecho en su sitio web hay algunos diseños), porque la comunión entre su música y el público quedan a la vista. Anoche todos los presentes -que eran cerca de 1.000 personas- estaban ahí porque son fanáticos de la banda y realmente disfrutan su música. Me gustó ver menos cámaras/celulares que obstaculizan la vista, y se agradece infinitamente disfrutar a la banda en un lugar cerrado, mucho más que en cualquier festival masivo.
Algunos puntos que podrían haber mejorado la experiencia del show: la iluminación. En algunas canciones faltó acoplarse a momentos más íntimos y lograr más cercanía a su estética. La mala ventilación: para los años de carrete que lleva Blondie, todavía falta un plan de contingencia para los conciertos y dar más comodidad al público.
A Escudo se le agradece haber apoyado el show, pero prohibieron la venta de otras marcas, perjudicando la elección al momento de comprar otras cervezas. Y por último, se debería minimizar la espera para comprar bebestibles, la fila llegaba hasta la escalera y el sistema de redcompra no funcionaba.
Independiente de esos detalles, de la presentación de B.R.M.C solo me queda compartir la sensación de gratitud que los presentes recibimos esa noche, y lo bien que se ve cuando una banda extranjera hace su esfuerzo por hablar español. Me gustó ver y haber sido parte de las cientos de poleras estilando, y saber que vienen nuevas composiciones, “Ordinary Boy” fue un adelanto de ello. Para nuestros tiempos es necesario que siga existiendo Black Rebel Motorcycle Club y los fanáticos cuidarán que así sea.
23 de marzo de 2016 / 22:00 horas / Discoteque Blondie
Por: Daniela Valdés
Fotos: Rosario Oddó, Disorder Magazine.
Aquí el setlist de la noche:
Beat the Devil’s Tattoo
Let the Day Begin (cover The Call)
Rival
Ain’t No Easy Way
Berlin
666 Conducer
Returning
American X
Red Eyes and Tears
Salvation
Hate the Taste
Shuffle Your Feet
Ordinary Boy
Love Burn
Stop
Weapon of Choice
Lose Yourself
Conscience Killer
Spread Your Love
Whatever Happened to My Rock ‘n’ Roll








