01 Sep ¿Cómo íbamos a explicar la situación de las futbolistas si en las redacciones estamos rodeadas de «Rubiales»?
¿Cómo compramos tan fácilmente el discurso sobre las 15 calificándolas de niñatas, caprichosas, malcriadas, chantajistas y lo aireamos generando un rechazo generalizado hacia ellas? En definitiva: cómo las dejamos solas y sobre todo por qué. Y la respuesta llegaba clara, inmisericorde, tajante: porque en el...